y el tiempo es eterno,
esperando,
Parece que ese fuera mi destino,
yo, viendo saltar los segundos,
yo, viendo trepar los minutos,
yo, viendo descansar las horas,
mientras mis ojos llueven copos de nieve,
directamente desde mi corazón congelado
mi corazón congelado en el tiempo que no pasa.
Agachada, esperando las tormentas de mi caja de Pandora.
Y sucede que, de tanto esperar,
ya no se como ser yo,
me he transformado en el caer del reloj de arena,
cuyo sonido ha ido erosionando mis palabras,
destruido mis ojos,
lastimado mis sueños...
Y seguir esperando es todo lo que hago
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