sábado, 4 de diciembre de 2010

Tecnodependiente

Y entre profecías infantiles se me escapa
el resto de cordura que tenía.
Entre sueños despiertos que me convencen
de una vida sin tí,
aunque pensándolo bien,
no se que tipo de vida sería.

Depronto la habitación empezó a volverse oscura,
casi como si no fueran las 12 del día,
como si el sol se compadeciera
de mi flamante locura.

Y sólo la pantalla de mi teléfono
con tu nombre llamando
me trajo de vuelta a la Tierra...

1 comentario:

  1. Me gusta,

    Tiene ese aire misterioso que me atrae en algunos escritos.

    Tal vez es que es menos explícito... Lo hace más interesante.

    Saludos Tami!

    Atte.
    Pablo

    ResponderBorrar