Los hombres de mi vida
me tienen cansada,
todos conocen la ridícula certeza
de lo mucho que los quiero,
todos hacen y deshacen
como si mi corazón fuera un juego de hilos,
todos se van si los llamo
y me invaden si los odio.
Los hombres de mi vida
son insoportables, irresistibles, inentendibles,
inconsecuentes, irrevocables, inconsistentes.
Tengo la molesta habilidad de conseguir
a narcicistas involucionados,
tengo que cambiar de hombres,
o mejor aún, cambiar de vida...
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